viernes, 30 de enero de 2015

Un encuentro inesperado

El proyecto de este mes para Adictos a la escritura consiste en escribir un relato que incluya a un personaje literario conocido. Yo he elegido al mago Howl, un personaje de El castillo ambulante, una novela fantástica de la autora británica Diana Wynne Jones. En el relato hago referencia a algunos detalles de esta historia y de sus secuelas, El castillo en el aire y La casa de los mil pasillos, así que... ¡Alerta de spoilers!

El imponente edificio del Archivo Internacional de Datos parecía un enorme bloque de hielo macizo, semejante a los colosales glaciares de antaño que ya sólo podían verse en los documentales de historia. Sus paredes blanquiazules reflejaban la pálida luz del sol, que apenas conseguía penetrar la atmósfera sobrecargada de la ciudad. Por sus puertas entraban y salían estudiantes de todos los países, de todas las razas, e incluso algunos alumnos de intercambio venidos del Sistema Beta. La suave cuesta que llevaba hasta la avenida principal era un auténtico mar de cabezas entre el que Valeria se esforzaba por encontrar a su compañero de trabajo.

- ¿Se te ha perdido algo? – dijo una voz detrás de ella.

Se volvió para encontrarse con la sonrisa pícara, la nariz respingona y el pelo erizado de Marvin.

- Eres idiota. ¿Cuánto tiempo llevas ahí? – masculló dándole con la carpeta en la cabeza sin demasiados miramientos. – Tenemos que acabar esto para el Lunes y no pienso quedarme sin plaza por tu culpa.

- A mí también me hace ilusión pasar la tarde entera encerrado contigo en el dichoso archivo – replicó molesto.

Valeria hizo una mueca y se encaminó hacia la entrada. A aquellas horas la mayoría de las mesas estaban llenas y las salas de estudio colapsadas. Por suerte, los datos que querían consultar eran antiguos, y se encontraban en el ala oeste, mucho menos congestionada. El transportador los condujo velozmente a las coordenadas que le introdujeron y en seguida se encontraron en una habitación más bien pequeña, repleta de numerosos estantes polvorientos y, sorprendentemente, vacía.

- Ya nadie se interesa por la literatura clásica – comentó Marvin.

Los documentos que había allí eran realmente antiguos, auténticos libros de papel y cartón. Para evitar en lo posible su deterioro, las ventanas habían sido cubiertas por pantallas protectoras que atenuaban aún más la escasa luz que entraba del exterior. Valeria se dirigió al monitor central, que ocupaba gran parte de la pared al fondo de la habitación e introdujo su clave personal. En seguida apareció un listado con las obras que debían consultar y se pusieron manos a la obra.
Sin embargo, llevaban menos de veinte minutos trabajando  cuando Valeria notó que la mesa temblaba ligeramente.

-¡Deja de moverte, me estás desconcentrando! – gruñó.

- ¿Yo? Creía que eras tú – replicó Marvin extrañado.

Los dos intercambiaron una mirada y echaron un vistazo a su alrededor. Toda la habitación se estremecía y la fuerza de la vibración iba en aumento. “¿Será un terremoto?”, se preguntaron a la vez, y justo en ese momento se oyó un fuerte golpe a su derecha, al otro lado de una pequeña puerta de madera que debía de conducir al cuarto de mantenimiento. Acto seguido la puerta se abrió y dejó paso al hombre más extraño que habían visto nunca. Llevaba una túnica azul con incrustaciones de plata, las mangas eran tan largas que rozaban el suelo. Su rostro huesudo estaba enmarcado por abundantes rizos de un rubio totalmente artificial y sus ojos verdes los observaban fijamente con aire inquisitivo. Recorrió la habitación con la mirada y finalmente su atención se centró en la ventana. A través de la gruesa pantalla se veían los altos edificios de la ciudad, difuminados por el polvo y la contaminación. Se quedó absorto durante unos instantes y finalmente optó por dirigirse a Valeria:

- Buenos días señorita, ¿podría decirme qué día es hoy? – inquirió con amabilidad.

La joven, que había enmudecido por la impresión, sintió que recuperaba repentinamente el habla.

- Pues hoy es sábado, señor.

- No, no – repuso el extravagante intruso -. Quiero decir en qué día, mes y año estamos, por favor.

- ¿No sabe en  qué año estamos? – interrumpió Marvin, que lo miraba con asombro y desconfianza - ¿Quién demonios es usted?

El extraño fue a abrir la boca para contestar, pero justo entonces un niño de unos siete u ocho años entró a toda velocidad por detrás de él.

- Papi, papi, mami quiere saber si ya hemos acabado con la mudanza.

- Algo me dice que no – repuso el hombre. - Bien, ¿seríais tan amables de decirme ahora lo que quiero saber?

Tras un ligero titubeo, Valeria dijo:

- Hoy es el 8 de mayo del año 3000.

- Entiendo – el hombre frunció el ceño preocupado. – Parece que el conjuro no salió exactamente como esperaba. Morgan, ve a decirle a mamá que no se preocupe, lo solucionaré enseguida.

El niño, que se había acercado a la ventana y mantenía la cara pegada al cristal, gimoteó y refunfuñó, pero finalmente dio media vuelta y desapareció dentro del cuarto de mantenimiento.

- Bien, sólo un último detalle – dijo el hombre de ojos verdes antes de darse la vuelta para seguirle -¿Estamos aún en la Tierra, verdad? ¿Es decir, en el planeta Tierra?

Los dos chicos asintieron mudamente.

- Bien, entonces no será tan difícil arreglarlo. Aunque este lugar – murmuró para sí volviendo la vista hacia la ventana – parece interesante. Quizá vuelva a visitarlo más adelante.

Y sin decir más, volvió sobre sus pasos cerrando la puerta tras de sí. Unos segundos después la habitación entera volvió a temblar  y al momento todo quedó en calma de nuevo.

Valeria y Marvin se miraron en silencio. Entonces él se dirigió con resolución a la puerta de madera y la abrió. Dentro el espacio era minúsculo y sólo cabían unos cuantos utensilios de limpieza y un bidón de energía  para las baterías del transportador.

Después de unos minutos de silencio, Valeria habló:

- No mencionaremos esto el informe de la tesis, ¿verdad?

Marvin sacudió la cabeza y los dos volvieron al trabajo.



sábado, 24 de enero de 2015

Las gafas de la felicidad

Datos Generales

Autor: Rafael Santandreu

Año: 2014

Ed.: Grijalbo

Género: Autoayuda - Psicología

Sinopsis: Rafael Santandreu es uno de los psicólogos más prestigiosos de España. Está especializado en ayudar a las personas a desarrollar su fortaleza emocional. A través de su método miles de personas han conseguido perder sus miedos de forma permanente. Ahora te toca a ti descubrir las lentes que te enseñarán a graduar tu corazón y tu mente. ¡Ponte las gafas de la felicidad!


Comentario

Las gafas de la felicidad es una guía sencilla, amena y rebosante de optimismo para ayudarnos a rebajar eficazmente nuestros niveles de ansiedad, a librarnos de los miedos y las obsesiones irracionales y, en general, a disfrutar plenamente de la vida.

El libro se divide en dos partes: la primera se centra en el "sistema", el método que nos enseñará a a pensar de forma positiva y racional. La segunda ofrece aplicaciones específicas para nuestra vida cotidiana: cómo afrontar las adversidades, las responsabilidades, el dolor y todo tipo de "neuras".

Cada capítulo empieza con un breve relato que sirve de introducción al tema a tratar. Además, Santandreu ilustra las lecciones con todo tipo de experiencias personales y casos reales tratados en su consulta. En su forma de escribir se aprecia su gran sentido del  humor, su amor por la vida y su gran capacidad para apreciar auténtica la belleza de cuanto le rodea. Y lo mejor es que según el autor, ¡todos podemos aprender a pensar así!

viernes, 2 de enero de 2015

Carta a los Reyes Magos

El proyecto para Adictos a la escritura de este mes consiste en escribir una carta a los Reyes Magos.


Queridos Reyes Magos, ha pasado un año desde vuestra última visita y os he echado mucho de menos.

Por aquí todo sigue como siempre, aunque los inviernos son cada vez más cálidos. Ya hemos instalado el Belén y estamos esperando a estar todos para montar el árbol y poner las luces (sí, las mismas luces anárquicas del año pasado, que igual se encendían que se apagaban o parpadeaban sin ton ni son). También os tenemos preparados los típicos dulces: turrón, almendrados, polvorones... Sólo nos queda conseguir algunas algarrobas para los camellos, que sabemos que les encantan.

Por cierto, ¿y vosotros, qué os contáis allí en Oriente? Nos escribimos tan de tanto en tanto…

He oído que nuestros hermanos de Oriente Medio lo están pasando muy mal últimamente. Cuando volváis a casa acordaos de llevarles mis mejores deseos.

Aquí también hay muchos que atraviesan serias dificultades, incluso hay niños a los que sus padres apenas pueden alimentar. Menos mal que vosotros estáis allí para llevarles la ilusión, que es alimento para el alma, a través de todos vuestros ayudantes (y sabéis que no estoy hablando de elfos…).

Por cierto, se comenta que cada vez recibís menos peticiones, que muchas van a parar a Papá Noel. Vosotros tranquilos, que ya sabéis que en esta casa somos de los Reyes de toda la vida. Aunque, paradójicamente, nunca me haya gustado el Roscón de Reyes.

Bueno vayamos al meollo del asunto. Como siempre, hay muchas cosas que me gustaría pediros, pero tampoco quiero abusar, así que las he resumido en tres obsequios, uno por cada uno de vosotros:

A ti, Melchor, te pido motivación para sacar adelante todos mis proyectos.

A ti, Gaspar, te pido optimismo para enfrentarme a los obstáculos y encarar los fracasos con buen humor.

A ti, Baltasar, te pido paciencia para tratar a mis seres queridos con todo el amor que se merecen.

Y bueno, eso es todo, creo. Espero que tengáis un feliz viaje y que no os paséis con los juguetes para los más pequeños. Ya sabéis que demasiados desgastan la imaginación y favorecen el consumismo compulsivo. Besos.

María.


P.D.: Mi familia es afortunada, no porque consigamos todo lo que queremos, sino porque tenemos todo lo que necesitamos. Acordaos de traerles a todos un poco de esperanza, de esa que espanta los miedos y las inútiles preocupaciones por lo que el futuro nos deparará. Y por cierto, casi lo olvido… ¡Feliz Navidad!

Sólo los amantes sobreviven

Datos Generales

Título original: Only Lovers Left Alive

Año: 2013

Director: Jim Jarmusch

Guión: Jim Jarmusch

Música: SQÜRL

Reparto: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, Mia Wasikowska, John Hurt, Anton Yelchin, Slimane Dazi, Jeffrey Wright

Productora: Recorded Picture Company / Pandora Films / Faliro House Productions

Género: Romance - Fantasía

Sinopsis: Ambientada en un Detroit y Tánger románticamente desoladas, Adam, un músico underground profundamente deprimido por la dirección que han tomado los actos de la Humanidad, se reúne con su dura y enigmática amante, Eve, quien no tiene problemas en reconocer su condición de vampiro. Su historia de amor ha prevalecido al menos durante varios siglos, pero su libertino idilio pronto es interrumpido por la llegada de Ava, la salvaje e incontrolable hermana menor de aquella. A medida que su mundo se desmorona a su alrededor, ¿podrán estas astutas pero frágiles criaturas de la noche seguir existiendo antes de que sea demasiado tarde?

Comentario

Y de un clásico pasamos a una de cine no comercial. Sólo los amantes sobreviven es una película diferente, extraña pero interesante. Mentiría si negase que lo que me la dio a conocer fue la participación de Tom Hiddleston, pero debo decir que el film ha sido un agradable descubrimiento. Tanto la fotografía como las interpretaciones de Hiddleston, Swinton, Wasikowska y Hurt me han parecido excelentes. La caracterización del vampiro, moderno y antiguo a la vez, frágil y fuerte, joven y extremadamente viejo, repleto de conocimientos y experiencias, muy acertada. Si a eso sumamos la estética del melancólico rockero underground el resultado es francamente sensual.